miércoles, 25 de agosto de 2010

Día 11: Yokohama

Ya a a día 11 de Agosto, me propuse conocer Yokohama. Es el mayor puerto del país. Su extensión es de 437 km², y desde una punta del puerto, cuesta divisar la otra (hay 25 kilómetros aproximadamente). Se encuentra en la prefectura de Kanagawa y es la segunda ciudad más grande de Japón, después de Tokyo.

Foto satelital de Yokohama marcando sus limites con una línea azul (foto cedida por Luismi Co. Ltd)


Tras acabar las clases, fui con los compañeros de la academia a comer algo por ahí cerca. En el restaurante nos pedimos katsudon. El katsudon es un plato tradicional, que consistente en un bol de arroz cubierto con una chuleta de cerdo frita (tonkatsu), huevo y especias. Otro plato a recordar, cosa buena que está! *_*

Katsudon, arroz, sopa miso y vegetales para añadir


Una vez comimos, cada uno se fue por su lado. Cynthia y yo (y Luismi detrás corriendo mientras gritaba: “¡espérenme!”) nos dirigimos a coger la Shônan Shinjuku Line, que nos deja en Yokohama. El viaje no era largo, creo que se tarda entre 30 y 45 minutos en llegar.

Una vez allí salimos por una de las puertas no habituales. Ya que si lo que se quiere hacer es llegar al puerto, se va por una serie de túneles subterráneos llenos de tiendas que vienen a parar cerca del mar. Pero por el camino que fuimos, atravesamos a pie parte de la ciudad viéndola de paso. Conforme nos acercábamos a la bahía, los edificios que estaban pegados a esta, levantaban unos puentes peatonales para poder cruzar de un lado a otro y caminabas por cintas transportadoras.

Vista desde los puentes peatonales

Uno de los puentes atraviesa la sede de Nissan, en donde tenían una exposición de los coches que venden actualmente. Y: Oh sí! Ahí estaba esperándome, el Nissan Skyline GT-R 35!! OMG!! bajé las escaleras mecánicas y me acerqué para verlo, tocarlo y subirme en el. Después de sacarle veinte mil fotos al exterior y de esperar a que unos japoneses se bajasen, me subí a el. Y es tan flipante el interior como el exterior.

Sede de Nissan

Exposición de la flota Nissan

El reencuentro con el Skyline

Interior del Skyline


Después de babearme un rato, me fui a ver los demás coches que estaban expuestos. Es curioso ver como aquí, la tecnología del automóvil va años por delante, que aquí uno de la gama más baja, te trae GPS incorporado. Aún no he visto uno que no lo traiga. Eso a parte de muchas otras cosas que incorpora el vehículo. Por otra parte, coches de Nissan como el March, traen asientos que giran, para que sea más fácil incorporarse al interior de el. De detalles como éste, están llenos los vehículos japoneses.

Asiento giratorio del Nissan March


Una vez vista la exposición, seguimos con nuestro camino hacia la bahía. Atravesamos calles y calles, y a nuestro paso veíamos cosas como un campo de fútbol del equipo local en donde entrenaban cadetes o un recinto ferial (lo que de éste primero vimos la parte posterior, por la ruta que tomamos).

Recinto ferial Pacific Yokohama


Llegando al parque que se encuentra al borde de la bahía, ya empezamos a ver mar. Hacía un sol que rajaba las piedras y las máquinas expendedoras se convertían en los oasis en medio de tanta explanada. Llegando allí, empezamos a ver mar por fin.

Parque al borde de la bahía


Las costas de Yokohama están plagadas de medusas, se ve casi tanta medusa como agua. Son de pequeñas dimensiones y blancas. Se las comen las tortugas, pero allí no vimos ni una. Habrán muerto por empache. XD

Agua llena de medusas

Siguiendo más adelante vimos un hotel con forma de vela, una noria gigante con una montaña rusa y varias atracciones. Allí, con carácter permanente, hay un parque de atracciones instalado, que en verano se llena de visitantes. A lo lejos se oían los gritos de las japonesas acojonadas. En plan: Kyaaaa!! xD


Muelle con el hotel de fondo


Noria y montaña rusa

Seguimos el borde del muelle para ir a un lugar a lo lejos que había señalado Cynthia. Pasamos por un centro comercial con forma de hangares del siglo pasado. Debían haber sido reconvertidos en centros de ocio, que estaban llenos de visitantes, familias y jóvenes parejas.


Centro de ocio

Más adelante nos íbamos acercando al punto señalado. Éste es un moderno puerto que recibe embarcaciones de todo tipo, incluyendo barcos que realizan cruceros transcontinentales. Era de una estética muy cuidada y su techo era un parque con bancos, zonas de césped, mirador y bar. Desde el mirador se apreciaba perfectamente toda la longitud del muelle y el puente colgante del fondo (para atravesar la bahía). Las vistas al interior eran muy buenas también. Se veían los edificios importantes, la noria, el centro de ocio y el hotel.

Parte superior del puerto


Puente colgante que une la bahía de Yokohama


Vista del muelle de Yokohama desde el puerto


Con todo esto, nos habían dado las 5:25 de la tarde y si para llegar hasta el mar, es una buena pateada, para volver era más o menos la misma. Pero esta vez atravesamos el puente subterráneo para llegar a la estación en donde coger la Shônan Shinjuku line.

El parque y las grandes empresas


La verdad es que fue uno de los días que más he caminado. Tanto es así que subtitule al puerto de Yokohama como: “El puerto sin fin”. Me pareció y es, enorme. Muy interesante y amena la visita a este lado de la bahía.

La hora de llegada entre un tren y otro, fue a las 8 de la noche aproximadamente. Llegué a casa, cené, coloqué el futon y me hice la zancadilla (calculada) para caer del todo. XD Luismi llegó quemado como una moto, que ni cenó. Se acostó directamente. hahaha



Espero que les haya gustado esta entrada. ^_^



Gracias a todos por leer este blog!! Cada vez hay más seguidores. :D Que no decaiga el nivel! hahahaha
 
 
Hasta la próxima publicación muchachada!!
 
P.D: Sigan el blog paralelo al mio, pertenece al dvd de extras. El viaje a Tokyo visto desde otra forma! :D
 
http://luismirovic.blogspot.com/

Día 10: Ueno

Décimo día del viaje a Tokyo y el próximo destino a visitar es Ueno. Que se encuentra al norte del centro de Tokyo y al que se llega con la Yamanote line en media hora. Los puntos de interés de Ueno, son sus calles llenas de comercios, el parque que contiene templos shintoístas, el zoológico, los museos y la universidad de Bellas Artes (este último es más puntual).

Tras salir de la academia, probamos a comprar un obentô y nos lo llevamos a una de las salas de la academia para comer, acompañado de un refresco.

El obentô es una ración de comida sencilla preparada para llevar bastante común. Tradicionalmente suele contener arroz, pescado o carne y un acompañamiento, por lo general a base de vegetales. Está hecho a mano y suele ir en una bandeja o recipiente al uso, como cajas de madera. Aunque lo más común es hacerlo en casa como comida para llevar, también pueden adquirirse preparados en konbinis, tiendas de alimentación, estaciones de tren, etc. Vamos, lo que se conoce de toda la vida, llevar la comida en el tapper, pero algo más variada.

Obentô precocinado comprado en un konbini (24 horas) de Shinookubo


Una vez en Ueno, paseamos por el parque, ya que había que cruzarlo para ir a la zona de los museos. Era un parque de gran amplitud, con una gran fuente en medio, rodeado de cerezos. Mucha vida a esas horas de la tarde, en donde el calor y el sol hacían presencia también.

Una de las entradas al parque con un cartel del zoológico del Ueno

Otra vista del parque

Casi al terminar de cruzar el parque, algo llamó mi atención y me detuve a verlo, era una mosca muerta en el suelo. Pero es que esta tenía un tamaño que era fuera de lo normal. Aquí en Japón, los insectos (algunos) son mucho más grandes. Al sacarle una foto, Cynthia me dio la idea de poner una moneda de 100 yenes (que tiene un tamaño similar a la de 1 €) y sacarle la foto. Bicho enorme! Y resulta que al seguir caminando, encontramos otros bichos en un cartel que parecían pulgas enormes, del mismo tamaño de la mosca o más. Miedo me daría saber lo que ese bicho podría hacerme si me trinca.

Una mosca de grandes dimensiones

Otro bicho que no supe qué era


Después del momento de biología del día, seguimos caminando y nos acercamos a un cartel con el mapa para situarnos nuevamente. Pasando por varios museos, pero ninguno parecía estar abierto, cosa extraña, pues es martes y en teoría cierran los lunes (como en el resto del mundo).

El caso es que después de no encontrar ningún museo abierto, fuimos a buscar el campus universitario de Ueno. Para encontrar más tarde la universidad de Bellas Artes. Guiandonos por las señales del campus, vinimos a dar a las aulas de diseño, pero antes pasamos por las de escultura.

Fachada del área escultura de la facultad de Bellas Artes de Ueno


Antes pasamos por una zona en donde varios alumnos estaban colocando una obra en un cartel de entrada a la facultad. Más tarde, cerca de los talleres pasamos a ver y encontramos a un grupo de alumnos trabajando junto a un profesor. Sacamos fotografías de la fachada de esa parte del edificio y nos dimos media vuelta. Al seguir caminando nos acercamos a uno de seguridad y le preguntamos que donde estaban las aulas de diseño, y nos indicó como llegar. La pena es que no podíamos avanzar, se le tiene prohibido el paso a los que no sean estudiantes de esa facultad. En el punto de información cogimos unos folletos de información de la facultad de Bellas Artes, aunque están en japonés. XD

Una vez habíamos visto la facultad y el campus, y haberle sacado fotos, volvimos al parque central. Una vez allí decidimos visitar una pequeña capilla shintoísta que hay ubicado dentro del parque. Alrededor de el se extendía la charca de Shinobazu, que esta llena de plantas. Según leí en mi guía, el parque de Ueno fue establecido como una concesión territorial imperial a la ciudad de Tokyo por parte del Emperador Taisho en 1924.

Otra vista del parque de Ueno

Gran charca de Shinobazu

Capilla shintoísta


Después de ver esto, salimos del parque y fuimos a ver tiendas. De ahí, empece a notar el estómago raro (fijo que fue el obentô de plasticurri que me largué). Y decidir acabar mi camino por hoy en ese punto. De vuelta a la estación fui pasando por una calle llena de tiendas con mucha gente comprando y saqué alguna que otra foto. Las chicas iban a un karaoke y yo en ese estado canto y puedo parecer la niña del exorcista, pero en lugar de liquido verde, arroz con pollo. XDDDDDDD Iba a parecer aquello un concierto de Death Metal.


Calles de Ueno

Llegué a la estación y cogí la ruta de costumbre para casa. Al menos vi Ueno lo suficiente y no sería la ultima vez que lo visitase seguro.

Calles bulliciosas de Ueno


Pues hasta ahí lo que dio de sí el día 10!



Nos vemos en otra entrada! ^^ Sayônara minna! :)